Es importante entender el término “vivienda habitual” o “primera vivienda” porque influye en trámites tan importantes como la declaración de la renta. 

¿Qué es una vivienda habitual o una primera vivienda?

Se entiende como vivienda habitual o primera vivienda en la que vives. Da igual si vives de alquiler o eres el propietario, si vives ahí es tu vivienda habitual. Y, si no pides que se considere como tal, cuando lleves viviendo en esa vivienda habitual más de 3 años, Hacienda ya la considerará como tu primera vivienda.

También hay otras situaciones en las que la Agencia Tributaria considerará una casa como tu vivienda habitual, por ejemplo, si, aunque llevases menos de 3 años, tienes que mudarte porque, por ejemplo, te has divorciado, o te han trasladado en el trabajo. En ese caso, el piso en el que vivías será considerada tu primera vivienda en ese periodo que has vivido en ella.

Por otro lado, si una persona se ve obligada a, por ejemplo, ingresar en una residencia, la que era su vivienda habitual seguirá siéndolo.

¿Para qué sirve la vivienda habitual o primera vivienda?

Hay varios trámites en los que influye la primera vivienda o vivienda habitual, además de la declaración de la renta. Por ejemplo, cuando queremos pedir una hipoteca, el porcentaje de financiación para una primera vivienda o vivienda habitual es más alto que el de una segunda residencia.

Para los jóvenes que quieren comprar una primera vivienda o vivienda habitual, y que reciben una donación por parte de sus padres para la compra de la misma, también es importante, porque algunas comunidades contemplan exenciones de impuestos. Por ejemplo, en Cataluña, si los progenitores hacen una donación para la compra de primera vivienda a sus hijos, menores de 36 años, de menos de 60.000€, el 95% de la misma estará exenta de pagar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.

También hay exenciones de impuestos al vender un piso para comprar otro, si se trata de la primera vivienda. Es lo que se conoce como reinversión en vivienda habitual. Si vendes tu piso para comprar otro en el plazo de dos años, la parte que reinviertas estará exenta de impuestos

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¿Cómo demostrar que una vivienda es la habitual?

Cuando compras o alquilas una vivienda, puede que te interese que sea tu vivienda habitual, porque así puedes beneficiarte de algunas ventajas fiscales, como deducirte parte de lo que pagas por ella en tu declaración de la renta. Pero para que una vivienda sea tu vivienda habitual, no basta con decirlo, sino que tienes que demostrarlo ante la Agencia Tributaria, que es el organismo que se encarga de recaudar los impuestos en España.

La Agencia Tributaria tiene unas normas para determinar si una vivienda es la habitual o no. Estas normas son las siguientes:

• La primera norma es que tienes que vivir en esa vivienda de forma continuada durante al menos tres años. Esto significa que no puedes cambiar de casa cada poco tiempo, sino que tienes que permanecer en la misma durante un periodo largo. Sin embargo, hay algunas excepciones a esta norma, como por ejemplo si te mueres, si te casas o te divorcias, si te cambias de trabajo o si tienes algún problema de salud o discapacidad que te obligue a cambiar de vivienda.
   
• La segunda norma es que tienes que entrar a vivir en esa vivienda en el plazo de un año desde que la compras o terminas de construirla. Esto significa que no puedes comprar o construir una casa y dejarla vacía durante mucho tiempo, sino que tienes que ocuparla pronto.
   

Si cumples estas dos normas, entonces puedes considerar que esa vivienda es tu vivienda habitual. Pero además, tienes que demostrarlo con algunos documentos que prueben que realmente vives ahí. Estos documentos pueden ser:

• Las escrituras notariales de la casa, donde se indica tu dirección.
   
• Un certificado del administrador de fincas, que es la persona que se encarga de gestionar los asuntos comunes de la comunidad de vecinos.
   
• El domicilio que pones en tu declaración de la renta, donde se reflejan tus ingresos y gastos.
   
• Un certificado del presidente de la comunidad de vecinos, que es el representante elegido por los propietarios para resolver los problemas y tomar las decisiones de la comunidad.
   
• Las cartas del colegio de tus hijos, donde se indica el lugar donde estudian.
   
• La dirección que aparece en tu documento nacional de identidad (DNI), que es el documento oficial que te identifica como ciudadano español.
   
• La correspondencia bancaria, como los extractos o las facturas, donde se indica tu dirección.
   
• Los recibos de los servicios básicos de la casa, como la luz, el gas o el Internet, donde se indica tu dirección y el consumo que haces.
   
• Un certificado de tu centro de trabajo, donde se indica el lugar donde trabajas y el horario que tienes.
   
• El libro de familia, donde se registran los datos personales y familiares de los cónyuges y los hijos.
   

Con estos documentos puedes demostrar ante la Agencia Tributaria que esa vivienda es tu vivienda habitual.

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